Soluinnova

Paul Malbec

Gerente general de SoluInnova.

«Dicha transformación incluye no solo la tecnología aplicada».

Tenemos que reconocer que la pandemia por COVID-19 puso a prueba a las empresas en muchos ámbitos y uno de las principales fue la transformación digital. Esto debido a que en un breve tiempo se vieron en la obligación de modernizarse para dar continuidad a sus negocios.

Fue así como de pronto se vieron impulsando el teletrabajo, creando nuevos canales de comunicación y también de ventas. No había más opciones. Sin embargo, nos encontramos con muchas organizaciones que piensan que poniendo a disposición de sus clientes una página web o creando un formulario de contacto ya están dentro de la transformación digital, pero la verdad es que está muy lejos de eso.

Dicha transformación incluye no solo la tecnología aplicada, sino también el manejo de ésta por los miembros de la empresa, el flujo de información, quién la aporta, modifica o requiere.

Es por eso que me voy a referir a lo que hoy NO es correcto asociar a la transformación digital, para que, a partir de esto, se comience la verdadera revolución digital al interior de una empresa.

El primer punto en la lista de los NO es no es montar sitios, minisitios, página de empresa en Facebook, Instagram u otras redes sociales. Eso es crear canales de comunicación, distribución o de venta.

Lo segundo: no es crear un formulario de contacto en tu sitio web, además considerando que casi nadie lo utiliza. Una opción más válida de contacto es abrir una cuenta en Twitter u otra red social, pero debe la empresa tener la disponibilidad para entregar respuesta de manera oportuna.

La fórmula es lograr que la información que surge en un área sirva para otra y agregue valor al negocio, ya sea a través de aumento de clientes o disminución de costos, por ejemplo”.

Como tercer ítem tenemos que no se trata de hacer de la tecnología el Core de tu negocio. ¿Qué significa? Que, si fabricas ladrillos, provees servicios de limpieza o estás en el ámbito de la consultoría o de la construcción, sé el mejor en tu área como lo sabes hacer, pero sigue dedicándote a los ladrillos, la limpieza o a construir, pero de una mejor manera, más inteligente y más eficiente.

Tu empresa es un núcleo que se surte de distintas áreas, todas necesarias para desarrollar su negocio. Es así como tienes un área de ventas; un área de producción; un área de administración, finanzas y cobranzas; y a la vez tienes clientes, proveedores, etc. La fórmula es lograr que la información que surge en un área sirva para otra y agregue valor al negocio, ya sea a través de aumento de clientes o disminución de costos, por ejemplo.

El primer paso es realizar un levantamiento del proceso de negocio de la empresa, no estructural o de organigrama. Quiere decir que la información es un flujo que va pasando a través de la organización, se va alterando, se va modificando, se va creando y sirve de insumo para la siguiente fase, área, o persona. Cómo este flujo de información se puede ir digitalizando y pasando de un área a otra, ahí recién estamos hablando de transformación digital.

Un proceso digitalizado debe abarcar todas las áreas de una empresa e ir escalando en la medida en que se vayan involucrando más personas en un proyecto específico. Generalmente se inicia con la incorporación de un prospecto o una oportunidad de negocio.

Debemos tener claro que estamos hablando más allá de un ERP o programa contable, que se sitúa en el uso, eficiente o no, de los recursos. Con Transformación Digital nos referimos principalmente al flujo de información, cómo y quién aporta, modifica o requiere la información, ya sea un área, roles, clientes o proveedores. La gerencia puede y debe contar con un nivel de información resumido, ampliable y con indicadores de gestión clave que le permitan una toma de decisiones con diversos parámetros, no sólo financiero-contables.