El Subaru BRZ tiene una historia fascinante y poco conocida por los amantes de los autos. Te contamos cómo se gestó la alianza entre estos gigantes de la industria.

En 2012 se produjo una de las alianzas más épicas de la historia automotriz: Subaru y Toyota se unieron para crear el Subaru BRZ.

El modelo toma su nombre de los tres elementos clave de su diseño: Boxer, Rear-wheel drive y Zenith, y fue presentado por primera vez en el Salón del Automóvil de Tokio de 2011, un año antes de su comercialización.

Por eso en Mudfeed Motor te contamos la increíble historia del Subaru BRZ.

Una alianza estratégica

El pacto entre ambas compañías fue motivado por el deseo de desarrollar conjuntamente un deportivo compacto de tracción trasera que combinara la experiencia de Subaru en la producción de motores bóxer y la experiencia de Toyota en la producción de autos deportivos.

El resultado fue el desarrollo y lanzamiento de dos modelos muy similares: el Subaru BRZ y el Toyota 86, anteriormente conocido como el Toyota GT86.


Estos dos automóviles comparten la mayoría de sus características y especificaciones técnicas, pero presentan algunas diferencias estéticas y de equipamiento.

Por mencionar algunas, el BRZ tiene una parrilla delantera más grande y angulosa que el 86. También tiene detalles en la carrocería que lo hacen parecer un poco más agresivo.

De igual forma, el BRZ tiene interiores en tonos rojos y plásticos más suaves, mientras que el 86 tiene detalles en tonos grises y plásticos más duros.

Finalmente, el BRZ tiene una suspensión ligeramente más rígida que el 86.

¿Qué hay bajo el capot del Subaru BRZ?



El BRZ cuenta con un motor bóxer de cuatro cilindros y 2.0 litros que produce 200 caballos de fuerza y 151 lb-ft de torque.

Esto le proporciona una aceleración rápida y una excelente maniobrabilidad.

La suspensión delantera es de tipo McPherson, mientras que la trasera es de doble horquilla.

La transmisión manual de seis velocidades es estándar, aunque también hay disponible una transmisión automática de seis velocidades.

Sensación de manejo: deportivo y divertido

Con un centro de gravedad bajo y una suspensión deportiva ajustada, el BRZ ofrece una experiencia de conducción precisa y ágil.

El motor bóxer de cuatro cilindros proporciona una aceleración rápida y una entrega de potencia suave y lineal, lo que lo hace ideal para el manejo en carretera.

Además, la dirección es muy precisa y comunicativa, lo que le da al conductor un gran control sobre el vehículo.




La configuración de la suspensión trasera de doble horquilla mejora el equilibrio y la estabilidad del vehículo en curvas y en la conducción en general.

También proporciona una mayor comodidad y un manejo más suave en superficies irregulares.

La dirección es directa y el frenado es excepcional, lo que permite una conducción divertida y emocionante en cualquier tipo de camino.

Aunque no he tenido la oportunidad de manejar el Subaru BRZ personalmente, según los comentarios de los expertos en la industria automotriz, el BRZ ofrece una experiencia de conducción emocionante y deportiva.


Comparando el BRZ con los estandartes de Toyota y Subaru

Es imposible no comparar al BRZ con los modelos más épicos de ambos fabricantes.

Contrastando con el Impreza WRX, el BRZ tiene un enfoque más deportivo y una suspensión más rígida.

El WRX es más grande y potente, pero el BRZ tiene una conducción más ágil y un manejo más preciso.

Respecto a Toyota, el Supra GR es más pesado y tiene una suspensión más rígida que el BRZ, lo que le da un manejo más firme y agresivo en curvas y una mayor estabilidad a altas velocidades.

Por otro lado, el BRZ tiene una dirección más precisa y comunicativa, lo que le da al conductor una mayor sensación de conexión con el vehículo.

En cuanto a precios, el Supra es significativamente más caro que el BRZ, lo que lo coloca en un segmento de mercado más exclusivo y de alto rendimiento.