El icónico automóvil de 1948 incorporaba un motor V8 de cabeza plana de 3,9 litros, además de algunas innovaciones estéticas y tecnologías, como su techo eléctrico y pintura personalizada.

Olivia Newton-John fue auténtico ícono del cine y de la música, pero también pasó a la historia de la industria automotriz al ser parte de una cinta que trajo lo mejor de la cultura Hot Rod.

Todo de la mano del Ford Deluxe de 1948 que conducía Danny Zuko (John Travolta), un deportivo que representa el alma de los rebeldes nacidos tras la Segunda Guerra Mundial.

El Deluxe es el último modelo de una legendaria era de Ford, la que se caracterizó por producir vehículos de grandes dimensiones y diseño sobrio.

Este vehículo fue de los primeros automóviles en ser modificados para las carreras ilegales, espíritu que años más tarde propiciaría el surgimiento de la Nascar.



El automóvil de Olivia Newton-Jonh en Grease

El Ford Deluxe era hijo de su tiempo, y heredero de un diseño que venía desarrollándose desde los años 30s y 40s, época que se caracterizó por el lujo.

Una de sus novedades era que su techo era operado por un complejo sistema eléctrico, tecnología que era revolucionaria en aquel entonces.

Además, el automóvil contaba con asientos de cuero, instrumentos análogos, llantas de acero y un poderoso motor V8 de 3,9 litros.

 

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Un poco de historia

Esta cinta estrenada en 1978 buscaba mostrar el diario vivir de los adolescentes de los años 50s, con dos memorables personajes a la cabeza.

Se trata del rebelde Danny Zuko y Sandy Olsson, personificada por la exitosa y fallecida cantante Olivia Newton-John.

Si bien la trama está plagada de las hormonas propias del amor adolescente, también tiene una importante cuota de humor y tuercas.

En ese contexto destaca el Ford Deluxe de 1948, el cual es preparado por los T-Birds, banda escolar que gusta de las carreras y las emociones fuertes.

A la cabeza de este grupo está Danny, quien es un hábil piloto y mecánico, cuyo propósito es destacar entre los jóvenes de su ciudad.

Para lograr este objetivo, es que deben enfrentar a una temible banda rival: Los Escorpiones, quienes poseen un poderoso Mercury Custom de 1949.



Radiografía de una era

En ese sentido, y desde el punto de vista estrictamente histórico, Grease es bastante fiel al espíritu de la primera etapa de los hot rods en Estados Unidos.

De hecho, muchos pilotos e ingenieros que más tarde destacaron a nivel mundial partieron de una manera bastante similar al equipo de Danny y compañía.

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