El clásico modelo posee un motor V6 de 2.849 cc, el que le entrega una potencia de 130 caballos de fuerza y 208 Nm de torque aplicado a la rueda.
DeLorean
El DeLorean DMC-12 es uno de los automóviles más icónicos de la historia del cine, y en MudFeed Motor te contamos su fantástica historia.
Este reconocido modelo fue fabricado por DeLorean Motor Company (DMC) entre 1981 y 1982, como una cruzada personal del ingeniero John DeLorean.
Este personaje es lo más parecido a «El lobo de Wall Street» para la industria automotriz, y es que su vida estuvo cargada de polémicas.
En su juventud, era el terror de las carreras clandestinas de Detroit, lugar donde este ingeniero probaba al máximo los modelos que diseñaba.
De hecho, él fue el responsable de liderar el equipo que dio vida al Pontiac GTO, siendo una respuesta a los deportivos europeos de la época.
El GTO es considerado como uno de los Muscle Cars más importantes de la historia, junto al Ford Mustang y Chevrolet Camaro.
La rebeldía le trajo problemas a este icónico ingeniero, por lo que debió salir de General Motors (GM), pero se preparó para fundar su propia empresa.
Es así como nace el DMC-12, el gran sueño de DeLorean, el cual innovó en varios aspectos, pero también descuidó algunos elementos importantes.
La carrocería fue construida por completo en acero cepillado, el cual le entrega ese particular acabado brillante, a lo que se sumaron sus puertas de alas de gaviota.
Sin embargo, al modelo se le dotó de un motor de prestaciones limitadas: Un V6 de 2.849 cc, cuya capacidad es de 130 hp y 208 Nm.
A esta problemática se sumaron sus poco eficientes frenos, que parecían no tener suficiente potencia, y la limitada respuesta de su suspensión.
Además, los acabados de su interior eran de baja calidad, y su electrónica daba mucho que desear, sobre todo en el equipo de sonido.
Esto provocó que el DMC-12 fuera un total fracaso en las ventas, quedando muchas de sus unidades almacenadas hasta hoy.
En total, se estima que se fabricaron 8.500 automóviles entre 1981 y 1982, de los cuales unos 6.500 han sobrevivido.
Tras el fracaso de 1982, el DeLorean DMC-12 parecía condenado al olvido, pero una genial idea de los creadores de Volver al Futuro lo trajeron de vuelta.
Si bien en un principio se consideraba que la máquina del tiempo sería un refrigerador, pronto Robert Zemeckis, director de la película, y su equipo, cambiaron de parecer.
El peculiar diseño del DeLorean es la principal razón que motivó esta decisión, pues la idea del equipo era acentuar el impacto futurístico del vehículo cuando viajara al pasado.
Durante la filmación de las tres películas de esta saga, se utilizaron seis unidades de este automóvil, además de un modelo que fue diseñado íntegramente en fibra de vidrio.
A su vez, como del motor original del DeLorean no era nada espectacular, se añadió el sonido de un Porsche 928 para reemplazar su débil V6.
En la actualidad, solo sobreviven tres de las seis unidades que fueron utilizados durante la producción de estas películas, encontrándose dos de ellas en Universal Studios.
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