Según datos de Coinbase, Bitcoin presentó una rentabilidad de 421% en el último año, mientras que Avee logró un 82.500% y Dogecoin un 18.359%.
Las criptomonedas llegaron para quedarse, y a un paso de su institucionalización, MudFeed Geek te cuenta todo lo que tienes que saber sobre este curioso mercado.
En primer lugar, debes que dejar a un lado gran parte de lo que crees saber sobre finanzas, pues este mundo es totalmente diferente a lo que conocías.
De hecho, muchos expertos en esta materia son personas que ni siquiera han estudiado una carrera relacionada.
Sin embargo, es fundamental la disciplina y el estudio de este mercado, pues presenta una elevada volatilidad y complejidad.
¿Qué son las criptomonedas?
En pocas palabras, se trata de un tipo de cambio digital, con unidades que pueden ser limitadas o no, cuyo fin es reemplazar al dinero tradicional o alguna función de un sistema en particular.
En general, los criptoactivos son descentralizados, es decir, no dependen de un banco central, por lo que a menudo se les denomina «no inflacionarios».
Otra ventaja de este tipo de dinero, es que permite hacer transacciones de forma rápida y segura, inclusive, a grandes distancias.
Además, es una gran alternativa de ahorro, pues divisas como Bitcoin han presentado grandes rentabilidades a largo plazo, incomparables con la banca formal.
¿Cuántas criptomonedas existen?
En la actualidad, existen más de 10 mil criptomonedas, por lo que es muy difícil elegir las apuestas más seguras a la hora de invertir.
Sin embargo, hay elementos que pueden ayudar a aclarar el panorama, por ejemplo, el análisis estructural de la divisa.
¿Cómo es eso? En general, las criptomonedas se pueden estudiar en tres grandes áreas: proyecto, institucionalización y comunicación.
Proyecto
Bitcoin (BTC) es la criptomoneda por excelencia, y al momento de la redacción de este artículo ronda los US$60 mil, con un 444% de rentabilidad en el último año.
Su proyecto es sencillo, pero ingenioso a la vez, pues su fin es establecerse como un nuevo sistema de pago digital universal basado en la plataforma blockchain.
Sin embargo, existen criptoactivos que tienen objetivos alternativos, o que buscan mejorar falencias de BTC o de monedas más antiguas como Ethereum (ETH).
Hay otras que, sencillamente, son un «meme». Sí, tal y como suena, un ejemplo de esto es el famoso Dogecoin (DOGE), uno de los criptoactivos favoritos del multimillonario Elon Musk.
¿Qué me recomiendas?
En ese sentido, la recomendación es leer sobre el proyecto que hay detrás de la criptodivisa, sobre todo de la utilidad que pueda tener para resolver un problema.
Otro aspecto a considerar es que si la criptomoneda reemplaza o mejora una función actual del mercado, por ejemplo, como lo hace Ripple (XRP) al presentar una opción frente al código SWIFT de la banca.
Y por último, pon atención a la cantidad de divisas circulantes y por entrar al mercado, no todas tienen un número limitado de unidades.
Institucionalización
Este concepto hace referencia a la adopción de las criptomonedas dentro del mundo formal, un proceso lento, pero que parece imparable.
Si bien hace unos años organizaciones como JP Morgan manifestaban sus serias dudas respecto a las criptomonedas, hoy su lenguaje es mucho menos cauto.
De hecho, esta entidad se ha atrevido a proyectar que Bitcoin podría destronar al «rey» de los activos de refugio, el oro, un análisis que no deja de llamar la atención.
En tanto, analistas de Bloomberg aseguran que esta criptomoneda es «un toro enjaulado» listo para correr por encima de los US$60.000 la unidad.
¿Qué me aconsejas?
Sumado al interés sobre el proyecto de la criptodivisa, es importante documentarse respecto a la visión que tienen las instituciones e inversionistas mayores respecto al activo de interés
Por ejemplo, PayPal anunció su colaboración con Coinbase, una de las mayores plataformas de compra y venta de criptomonedas, para el comercio de divisas.
Además, Tesla comunicó recientemente que ahora se pueden comprar sus vehículos con criptomonedas, y que su inversión en Bitcoin alcanza los US$2.480 millones.
Comunicación
Una criptomoneda puede tener un gran proyecto, pero si no existe un apoyo comunicacional significativo, con dificultad alcanzará la masificación.
Es decir, con poca probabilidad logrará una capitalización importante y mucho menos la institucionalización, por lo que es clave poner nuestros ojos en aquellas criptomonedas que comuniquen de forma original y potente.
Un buen ejemplo de esto, es Bitcoin, pues no solo cuenta con un proyecto interesante, sino que también fue la primera en plantearlo masivamente, además tiene un capital comunicacional enorme, al ser disruptiva y antisistémica.
El componente comunicacional es tan importante, que ha permitido el surgimiento de otro tipo de monedas sin sustento en proyectos complejos, tales como los memecoin, con Dogecoin (DOGE) a la cabeza.
¿Qué se recomienda?
Analizar el «índice de viralización» de la criptomoneda, es decir, qué tanto se está hablando de ella en redes sociales, foros y medios de comunicación masiva.
Al mismo tiempo, es fundamental estudiar el carácter (tono de la opinión) y la frecuencia del contenido desplegado.
Esto puede ser una muy buena manera de leer este impredecible mercado, que se caracteriza, fundamentalmente, por su elevada volatilidad.
Alternativas para invertir
¿Quieres adentrarte en este complejo mundo?, te recomendamos dos reconocidas plataformas de inversión: Coinbase.com y Binance.com.
Y por último, jamás arriesgues más de un 15% de tus ahorros en la compra de criptoactivos ni te endeudes para realizar operaciones.
¿Algún consejo final?
Si la complejidad de este mundo te asusta, pero te gustaría participar, la mejor alternativa es comprar y olvidarse, es decir, guardar tus divisas o fracciones de ellas por un año o más. Quizá te lleves una sorpresa.
Y recuerda, ¡no olvides tus claves!
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