Se trata de una de las series policiales más exitosas de los 80s, que influyó en la moda, música y cultura, pero sobre todo por sus increíbles deportivos.

El Ferrari Testarossa es de esos deportivos que están en la historia del automovilismo, y una de las razones de su importancia es su aparición en la serie Miami Vice.

Esta producción estadounidense se transmitió entre 1984 y 1990, con el fin de mostrar el lado oscuro de la ciudad del sol eterno: Miami.

Sus protagonistas eran los policías James «Sonny» Crockett (Don Johnson) y Ricardo «Rico» Tubbs (Philip Michael Thomas), los que destacaban por su gran carácter.

 

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Un Ferrari que no es Ferrari

A cargo de los mejores guionistas, vestuaristas y expertos en fotografía, la producción pronto se transformó en todo un éxito, influyendo fuertemente en la cultura.

De hecho, al día de hoy existe el estilo que «Sonny» instauró con la chaqueta y polera, un imperdible para esos días cálidos de verano.

Otro inamovible es el Ferrari Daytona Spider negro que conducía Crockett, espera, ¡no! resulta que este automóvil no era un auténtico Cavallino Rampante.

Según cuenta la leyenda, los productores de la serie no llegaron a acuerdo con la marca italiana, por lo que decidieron utilizar réplicas de este modelo durante las dos primeras temporadas.

En su lugar, el modelo italiano era representado por dos Chevrolet Corvette C3 (1976 y 1981, respectivamente), los que estaban equipados con motores V8 de 5.7 litros (350 CV).

Al darse cuenta de este engaño, Enzo Ferrari puso el grito en el cielo, pero en lugar de iniciar una demanda, el fabricante decidió enviarles dos Testarrosa a la producción.

Sin embargo, estas unidades tenían un problema: estaban pintadas de negro, lo que complicaba en demasía las filmaciones durante la noche, un sello de Miami Vice.

La solución fue muy sencilla y práctica: pintar los Ferrari de blanco, lo que tenía un muy bajo costo, en comparación a los beneficios.

 

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Nacido para matar

El Testarossa se produjo entre 1984 y 1996, destacando por su modelo berlinetta de 2 puertas biplaza, además de su motorización central trasera.

En estricto rigor, el modelo del Cavallino Rampante contaba con un V12 de 4.943 cc, el que ofrecía 385 caballos de fuerza y 490 Nm de torque aplicado a la rueda.

A eso se suman sus discos ventilados en las cuatro ruedas, transmisión manual de cinco velocidades, 1.506 kilos y aceleración de 0 a 100 km/h en 5,3 segundos.

 

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