The Last of Us Part 1 es un remake que parece innecesario, pero que podría ser uno de los grandes aciertos de PlayStation 5 y Naughty Dog.

Cuando uno, desde la perspectiva de un crítico, pretende analizar un remake suele encontrarse con la disyuntiva de cuáles serán los verdaderos puntos diferenciadores respecto al título original. Precisamente, y en esa búsqueda, The Last of Us Part 1 tiene claros principios: mantener las premisas de la primera entrega, pero mejorando en aristas que son de gran valor para quienes vivimos la experiencia incluso en la PS3.

El punto es el siguiente: si eres un jugador recurrente, es imposible que no conozcas -por último de nombre- The Last of Us Part 1 y el impacto de su lanzamiento en la industria.

Y es ahí donde nos preguntamos qué tan necesario es el remake de un juego que fue lanzado en 2013 y concebido para una consola de hace dos generaciones.

Pues bien, en este review intentaremos resolver esas dudas y profundizaremos en las verdaderas novedades respecto a los dos lanzamientos anteriores.


The Last of Us Part 1: la reconstrucción desde sus cimientos

Retomando una de las frases anteriores, un remake de este título parece -a primera vista- innecesario, pero luego de jugarlo por algunas horas nos damos cuenta de que es un verdadero acierto.

Claramente, y dejándolo pactado desde este momento, The Last of Us Part 1 mantiene la historia original al 100%, por lo que no vale la pena profundizar mucho en ello.

Pero, al hablar de detalles, The Last of Us Part 1 es por lejos una verdadera joya.




El gran cambio entre esta versión y las anteriores está en las gráficas, punto en el cual PlayStation 5 jugó un gran papel por su hardware de última generación.

Se agradece el trabajo de Naughty Dog, pues los escenarios y las cinemáticas son prácticamente otro personaje adicional en la historia y que, al igual que en The Last of Us Part 2 rozan la genialidad.

Lo mejor de esto es que los desarrolladores fueron muy respetuosos con la versión original, lo que no les impidió hacer un excelente trabajo.


Detalles que suman más de lo que la mente recuerda

Si tuviéramos que hacer incapié en lo más notable de las mejoras, sin duda hay que apuntar hacia aquellos detalles que parecen mínimos, pero que -en la suma- son una belleza.

Los gestos de los personajes, el detalle de las texturas y cómo los escenarios ayudan en el relato son los cambios que la retina percibe de inmediato.

Quizá solo como un punto que podría ser mejorable, y en específico respecto a la experiencia de juego, es que cuando vienes de jugar la Parte 2 y te reencuentras con este remake extrañas algunas características como el arrastre de «punta y codo».

Claro, se entiende que es un remake y debería mantenerse inalterado, pero hubiera sido interesante agregar esas cosas que hicieron un cambio positivo en otras versiones.


Las conclusiones del remake

Si hablamos del remake como tal, el cambio es notable y ponerle un 10/10 incluso parecería poco.

El trabajo de Naughty Dog por esta obra es realmente entrañable y es un homenaje muy respetuoso al título que, de cierta forma, reinventó en género en toda la industria.

¿Tiene cosas mejorables? Claro que sí, sobre todo desde la jugabilidad.

Pero el desarrollo gráfico es una mejora que incluso hace olvidar aquellos detalles que podríamos extrañar de la última entrega.

Aún así, y aunque pareciera algo innecesario, The Last of Us Part 1 es un juego que se instala como un esencial dentro de la PS5 y que de seguro dará que hablar durante este año.

Si estás dispuesto a lanzarte en esta renovada aventura, el juego ya está disponible en PlayStation Store.