Volvo rebautiza sus modelos eléctricos EX40 y EC40 para 2025 en Chile, liderando hacia un futuro sostenible y simplificando la elección de vehículos para consumidores.
En una de las épocas más pujantes de la movilidad eléctrica, Volvo Cars se posiciona nuevamente en el centro de la atención con la presentación de sus modelos renovados para el 2025 en Latinoamérica: el EX40 y el EC40.
El EX40, antes conocido como XC40 Recharge, y el EC40, previamente C40 Recharge, encarnan la filosofía de Volvo de combinar estética con responsabilidad ecológica.
Fuerza electrificada bajo el capó
Estos modelos albergan motores eléctricos de última generación que prometen no solo una potencia impresionante sino también una eficiencia envidiable.
La autonomía de estos vehículos es suficiente para recorridos largos sin preocupaciones por recargar, facilitando así la transición hacia un futuro más verde.
El interior de ambos modelos refleja un enfoque en el confort y la tecnología
Volvo EX40 y EC40
Con acabados de primera calidad y un diseño que maximiza el espacio, Volvo promete una conducción sin igual.
Las pantallas táctiles de alta resolución y los sistemas de sonido envolvente complementan el viaje, haciendo que cada desplazamiento sea una experiencia en sí misma.
En términos de diseño, el EX40 y el EC40 destacan por sus líneas limpias y modernas, manteniendo la elegancia característica de Volvo.
La fusión de funcionalidad con estética moderna se evidencia en cada curva y ángulo, demostrando que la sostenibilidad puede ir de la mano con el estilo.
El desafío de Volvo Cars
Con su mirada puesta en el 2030, la marca aspira a liderar la industria automotriz hacia un futuro completamente eléctrico.
La introducción de estos modelos en el mercado chileno marca un hito importante en este viaje, destacando el compromiso de la marca con la innovación y la sostenibilidad.
La despedida del distintivo “Recharge” en los modelos híbridos y plug-in híbridos subraya una transición hacia una nomenclatura más simplificada.
Con esta estrategia, Volvo busca facilitar la elección de los consumidores entre vehículos totalmente eléctricos y modelos híbridos.
La idea es asegurar que cada cliente encuentre el vehículo que mejor se adapte a sus necesidades y valores ecológicos.
En su camino hacia la neutralidad climática en 2040, Volvo no pierde de vista la importancia de reducir su huella de carbono en cada aspecto de su operación.
Desde la producción hasta el ciclo de vida completo de cada vehículo, la marca se esfuerza por minimizar su impacto ambiental, estableciendo un estándar para otros fabricantes del sector.
