Este modelo estuvo en producción entre 1990 y 2001, pero su leyenda ha trascendido hasta nuestros días, gracias a su increíble diseño y motorización de vanguardia.

El Lamborghini Diablo es de esos automóviles con el que todos alguna vez soñamos, pues representa el poder y la vanguardia de esta casa italiana.

Si bien hoy existen modelos mucho más rápidos y con mayor tecnología, en ese entonces el Diablo estaba entre lo mejor que existía en el mundo tuerca.

Como antecedente, la primera versión de este vehículo era propulsada por un V12 de 5,7 litros, el que erogaba 579 Nm y 492 CV.

Esto le permitía a este Lamborghini alcanzar la, por entonces, increíble aceleración de 0 a 100 km/h en solo 4,5 segundos, siendo un duro competidor para Ferrari.

El nacimiento del Lamborghini más malévolo de la historia

Diablo, eso es todo, no hay más que decir para un modelo que proyectaba una imagen absolutamente irreverente y temiblemente veloz.

De hecho, este Lamborghini alcanzó la increíble meta de 333 km/h, convirtiéndose en el automóvil más rápido del mundo hasta ese momento.

Como punto de comparación, el Ferrari F40, fiero competidor del Diablo, llegó a 322 km/h, una marca para nada despreciable.

 

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La razón de su nombre y diseño

Como ya es tradición en esta marca italiana, el nombre del Diablo provenía de un famoso toro, el cual era toda una leyenda en Madrid, España.

Una vez resuelto el nombre, quedó la dura tarea de revolucionar el diseño, que ya tenía el precedente del conocido Lamborghini Countach.

El modelo final sorprendió por sus puertas de tijera, líneas afiladas y disposición central-trasera de su motor, algo que colaboró con su excelente performance.

Sin embargo, hay varias cosas que quedaron al debe, por ejemplo, no incluía frenos ABS, asientos ajustables ni alzavidrios eléctricos, todo para ahorrar peso.

A pesar de ello, hasta hoy el Diablo es considerado como uno de los vehículos más increíbles manufacturados por la marca avecindada en Bolonia.

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